Objetivos y alcances del Compliance

Si no se puede procesar o meter a la cárcel a una empresa, entonces ¿cómo se le castiga y por qué? Recordarás que el programa de cumplimiento contiene protocolos y lineamientos para que la operación de la empresa sea lo más transparente y se utiliza como un instrumento para evitar situaciones de riesgo. De acuerdo con el Código Penal Federal de Responsabilidad para Personas Jurídicas o Morales, comete delito quien afecta un patrimonio, ya sea de naturaleza fiscal o financiera, tanto si actuó por su cuenta como si fue facilitado por la inobservancia y la falta de control de la organización. En un sistema de compliance, el objetivo de actuar con rectitud no solo está dirigido a la persona jurídica, sino a cualquier persona que está sujeta a una estructura organizacional. Comete delito toda aquella persona que aprovecha la oportunidad de hacerse de algún bien de la organización, o que realiza una malversación de los activos de esta para obtener un beneficio que no se le ha conferido de manera legal (ni contractual).

Los objetivos que persigue el Compliance van desde el cumplimiento legal de la empresa con sus partes interesadas (gobierno, socios, socios comerciales, empleados, etc.), hasta la vigilancia de las buenas prácticas por parte de sus miembros, que en otras palabras se refiere a la gobernanza mediante la colaboración y corresponsabilidad. Veámoslo de otro modo; las personas jurídicas generalmente son los representantes legales o los administradores de la empresa y, por lo tanto, responden jurídicamente por ella. Pero si es otra persona dentro de la organización quien comete el delito (un empleado, por ejemplo), ¿cómo responde por la empresa? Si la empresa comprueba que estableció protocolos, normas, lineamientos o políticas como herramienta de control de prevención del delito, entonces el empleado es penalmente responsable.

Por esta razón, es muy importante que las organizaciones interesadas en introducir un programa de Compliance observen el Cumplimiento Legal como una forma de íntegra y ética de vivir y operar dentro y fuera de la empresa, pues su alcance va desde la implementación de códigos de conducta que rigen el comportamiento basados en valores y principios, hasta el control y vigilancia para evitar actos de soborno y corrupción y el establecimiento de medidas de transparencia. En este México lindo y querido es todo un reto, ya que la cultura parece estar por encima de la ética.

¿El cumplimiento legal es solo para empresas? La respuesta es no. De hecho, la Ley General de Responsabilidades Administrativas determina como objeto de esa ley a los funcionarios y servidores públicos, aunque también establece sanciones para particulares que comentan faltas administrativas graves y no graves. El Compliance ha sido implementado desde hace varios años en Europa, y posteriormente en Estados Unidos de América a raíz del caso Enron, recientemente la implementación de un sistema para el Cumplimiento Normativo en México va tomando mayor importancia a través de las Normas 37001 y 19600, aunque en la actualidad no son obligatorias. Incluso, en los tratados comerciales de México con otros países existen artículos que se refieren a la lucha contra la corrupción, tal es el caso del T-MEC en su capítulo 27.

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